Crítica social incompleta de una mañana desperdiciada.
Estando una mañana
Sentado en los falsos jardines de Atenea,
Desiertos de yermo viento y arena,
Barcos de voluntad varada.
No hay plantas,
Ni vida,
Ni luchas,
En esta tierra baldía.
Y los hombres son buenos,
Los hombres se ayudan,
Pues no hay oro en las dunas
Y solo gigantes cuerpos de tanques muertos.
Y los niños saltaban,
Los niños reían,
Pues era blanda
La tierra sobre al que caían
Sin más que comer
Que cuanto requerían,
Sin nada que vestir
Que lo que les abriga,
Pues no hay codicia
Sin envidia y oropel.
Por: Jordi San Roman Monteagudo (13/11/07)
2 comentarios
un lector anónimo -
amén sak.... lo cierto es que escribí este poema en el instituto...por la gente que me rodeaba...y pensaba... si todos fueramos con el corazón en la mano, sin mentiras ni cosas de esas... todo sería mejor...maldita hipocresía....
un fuerte abrazo,
Un lector anónimo
Sakkarah -
Besos.