Ya tengo nuevo blog
en fin, ya tengo nuevo blog, los que se quieran pasar a verlo aquí tienen la dirección:
http://unlectoranonimo2.blogia.com
vale.... no me he currado mucho el nombre... pero ¿Qué le vamos ha hacer?
en fin, ya tengo nuevo blog, los que se quieran pasar a verlo aquí tienen la dirección:
http://unlectoranonimo2.blogia.com
vale.... no me he currado mucho el nombre... pero ¿Qué le vamos ha hacer?
me tendré que crear una cuenta nueva por que me entró un virus y me romió el ordenador... y como he perdido todas las contraseñas (y los archivos y las cosas) me tendré que crear correo y blog nuevos....ya lo publicaré por aquí (por suerte anna si recordaba la contraseña para publicar como invitado...menos mal que es cortita) por cierto si alguien tiene la imagen de este post en wallpaper (fondo de pantalla) que me lo diga... gracias
Miré al cielo…de nuevo,
Y no vi nada que me sorprendiera,
Tan sólo miedo,
Sólo una inmensidad eterna.
Alguien se va…de nuevo,
Y no siento nada que me sorprenda
Tan sólo miedo,
Sólo dolor y soledad.
Sin nada por lo que lidiar,
Nada que me haga seguir a delante
Desesperación exasperante
Y recuerdos de toda una vida.
Cause I saw the rainbow
Which pulverized my dreams. (porque vi el arco iris que pulverizó mis sueños)
Y no se que hacer,
Que decir,
Cuando otra persona se marcha,
Otra esencia de mi vida que atardece,
Acaeciendo cuanto ya no se ni predecir.
Otra persona querida,
Otra persona adorada,
¿Y que importa ya? ¿Qué hago?
Una más… mi vida,
Una sombra abandonada
Por quienes la proyectaron.
And I hope nothing.
Desesperada lluvia inconsecuente,
Ríos de agua apagada,
Y montañas con nieve impertinente.
Pero a nadie puedo culpar
Más que a mi mismo,
A nadie implorar auxilio,
A nadie puedo ya ayudar
Más que a mi mismo.
Y no hay sueños…
No espero nada,
No tengo esperanza,
Ni ningún deseo.
Cause I saw the rainbow
Which pulverized my dreams.
Y vuelvo a sentir el abrazo del miedo,
Prietas cadenas de ansiedad,
Y el crujir de mis huesos
Bajo el peso de la soledad.
Yet nothing I shall fear,
Cause nothing can destroy me
Mas tengo miedo,
Estoy asustado,
Even if I shouldn’t
Y no me queda qué llorar.
I hided my head; I wanted to drown my sorrow,
And hope there was no tomorrow. (escondí mi cabeza ; quería ahogar mi pena, esperar que no hubiera mañana)
Ah…maldito despertador…
Por: Jordi San Roman Monteagudo
PD: lo que está entre parentesis es la traducción
Ah de la sandez del ignorante ilustrado,
Ah de aquellos que aprenden sin saber,
Ah del estúpido titulado,
Ah... sandez de horas que desperdiciaste.
Irisada dices...irisada...
Y sin embargo gris palabra
Manchada de blanco hastío
Y tachada de cargante vacío.
"Poeta aburrido
Se prendó de una joven muchacha,
Amoroso contenido,
Oda de lucidez entrecerrada,
Pues le vio todo
Pero perdió sus ojos."
Y no se a donde mirar,
Que hacer,
Cómo olvidar que estoy aquí
Y volar y ser...
Fuego de juventud pasión y vida,
Y olvidar que estoy aquí.
"Pues le vio la piel, la carne, la cara
Mas se perdió su mirada."
Bah...
Ni describir puedo
El desprecio que por ti siento.
"Pues le vio cuanto pudo desear
Mas ella... no lo llego a mirar."
Por: Jordi San Roman Monteagudo (28/01/08)
No me gusta mucho este poema, lo escribí en clase de literatura catalana y se lo dedico a mi profesor.... se que el poema no es muy bueno... pero él tampoco es que lo sea xd.
Por cierto... en respuesta a tu comentario sak... no no me sale ni con música ni sin ella. me dice que no encuentra la página xd... sorry aunque gracias de todos modos, eres encantadora.
MENINOS DA RUA …………………marwan
Naciste sobre un sucio trapo en tu casa, una favela de Brasil
Naciste con la cruz del pobre a la espalda, con un cartón como cojín
Naciste y te bautizaron con hambre y te apellidaron miseria
Naciste y estrenaste vida sin padre, naciste esa fue tu sentencia
Creciste viviendo la droga en la plaza, el pegamento no dio tregua
Creciste descalzo aunque era en el alma donde te salían las durezas
Creciste sin más profesor que la calle, sin más ley que la de la fuerza
Creciste y te quedó tres tallas grande lo que sucedía en la acera
Tus sueños tenían forma de balón
Vigila tus pasos pues vendrá el escuadrón
Niño vagabundo es carne de cañón, Meninos da rua
Tus sueños tenían forma de balón
Vigila tus pasos pues vendrá el escuadrón
Niño vagabundo es carne de cañón, Meninos da rua
Viviste teniendo sólo una alegría, el mundial que ganó Brasil
Viviste creyendo que el destino en la vida sólo consistía en morir
Viviste con la palabra precintada, no te fiabas ni de ti
Viviste no dejando que te pisaran, golpeaste por no recibir
Tus sueños tenían forma de balón
Vigila tus pasos pues vendrá el escuadrón
Niño vagabundo es carne de cañón, Meninos da rua
Tus sueños tenían forma de balón
Vigila tus pasos pues vendrá el escuadrón
Niño vagabundo es carne de cañón, Meninos da rua
Moriste a esa hora en que los gallos hacían de despertador
Moriste y en el suelo dejaste un charco de sangre que a nadie importó
Moriste como un niño viejo que andaba jugando a nada y perdió
Moriste y nadie te echó en falta porque otro menino nació
Tus sueños tenían forma de balón
Pero se pincho el día en que llegó el escuadrón
Niño vagabundo fue carne de cañón, Meninos da rua
Tus sueños tenían forma de balón
Pero se pincho el día en que llegó el escuadrón
Niño vagabundo fue carne de cañón, Meninos da rua
bueno siento la cagada anterior y............eso....desgraciadamente la vida alli sigue igual de dura
es una pena
con amor
bunny*
Intento olvidar,
El breve tiempo pasado,
Con miedo de preguntar,
Triste, y decepcionado.
Como aquella hada,
Aquella mujer prendada
De un soldado de sangre
De crueldad, y pensamiento infame.
Aquel hada que volaba
Escribiendo el nombre del guerrero,
Aquél león de blanca piel,
De extraños ojos de tonalidad cambiada,
Al alba y al ocaso, pardos, verdes y grises
Sueño de paz, libertad ligada a un amor pasajero.
Y cubierto de algún extraño metal
Ni cota de malla ni coraza,
Hielo perpetuo y visceral
De entraña fría, tinta y ajada.
Intento olvidar,
A aquel guerrero que no sabía luchar
Intento olvidar,
A aquella mujer que no sabía amar
Intento olvidar,
Sueños de efímera espuma sobre el mar.
Maldito el recuerdo
Maldito el león
Maldita mi memoria y que te quiero.
Mas, si el silencio es el olvido
¿Por que recuerdo al callar
El sabor, y casi el tacto imagino?
¿Por que lo que no puedo olvidar
Es lo que nunca he tenido?
Y dicen que podría jugar contigo,
Tu mente, tu alma, tu cuerpo,
Lo digo...
Mas sin saber creerlo.
Estúpido león
Poder de tu ignorancia
Y mi temperamental amor
Bah...
Lloviendo y sin embargo
Inerte lo que fue flor,
Es lo que me diste extraño,
Sustento sin dolor.
Por: Jordi San Roman Monteagudo (23/03/07)
xdxd
Y sin embargo nadie se percató,
Entre las decenas de personas que "lo admiraban,"
Nadie estuvo a su lado cuando se murió.
Amaneció tranquilamente aquel día,
Bañado en esperanza, en sueños,
Caían rayos de luz, refractada en su cabello,
Y sin embargo, llovía.
Pues eran las estrellas,
Eran las gotas de lluvia,
Eran las almas yertas
La nueva esperanza que nacía.
Y era la asesina, alma muerta en deseo,
Viuda triste y plañidera,
Estéril corazón terreno y yermo
De avaricia, dinero y sangre recubierta.
Lloró a un muerto
Lloró a un abogado,
Lloró a un sueño
En la arena sepultado.
Y sin embargo nadie se percató,
Entre las decenas de personas que "lo admiraban,"
Nadie estuvo a su lado cuando se murió.
Le asaltaban por la noche,
Pesadillas y sueños extraños,
Imágenes de reproche
Y muertos despiezados.
Y unos marinos ojos
Clavados con saña en su mente,
Siempre los recuerdos,
Uno tras otro, pero los mismos siempre.
Soñaba sin dormir,
Vidas de ensueño recordaba
Sumergida en quimeras divagaba
Un frío y ficticio transcurrir.
Diáfanas aguas de un río antiguo,
Calmado y sereno,
Vacío, y casi seco,
Venas de estúpido, y de asesino.
Nombres que ululaban por los rincones
Pequeños pasillos y sucias habitaciones,
Nombres que sollozaban oraciones
Pensamientos de pena, y contradicciones.
Y decía la voz...una de tantas:
-Bueno...malo,
¿Eres?
Bueno... malo,
¿Haces?
Bueno... malo,
¿Naces?
Bueno... malo,
¿Te conviertes?
Bueno... malo-
Y sin embargo nadie se percató,
Entre las decenas de personas que "lo admiraban,"
Nadie estuvo a su lado cuando se murió.
La mujer...aquello,
Se tornó errático, solitaria,
Se tornó adusto y fría,
Se tornó silenciosa,
Se tornó silencio,
Sola.
Rodeada de frías sonrisas,
Entre docenas de hoscos brazos
Sexo, y falsos afectos,
Sucia y sola se sentía.
Y quedó así abandonado,
Sonriendo vacía ante una sonrisa,
Amigablemente embustera ante una amiga,
De sonora y calidamente adusta risa,
Quedó, perfectamente integrado.
Y sin embargo nadie se percató,
Entre las decenas de personas que "lo admiraban,"
Nadie estuvo a su lado cuando se murió.
Y aquella mujer, antaño bella,
Antaño sensual y tentador,
Podrida su alma se convirtió en aquel...
Vacua sangre de pasión incolora.
Y roja parecía sin embargo
La noche que la encontraron,
Roja mientras colgaba del techo.
Roja, mientras bañaba el suelo,
Rojo el charco y las lágrimas de desconsuelo,
Mentiras, y nimias frivolidades de entierro.
Y sin embargo nadie se percató,
Entre las decenas de personas que "lo admiraban,"
Nadie estuvo a su lado cuando se murió.
Pasaron los días,
Luto de compromiso y mentiras,
Pasaron los años,
De risas y francos olvidos.
Y sin embargo nadie se percató,
Entre las decenas de personas que "lo admiraban,"
Nadie estuvo a su lado cuando murió.
Pues aun antes de dejar de palpitar su corazón
De quedarse sin aliento,
Ya se había marchado,
Y había muerto.
Y sin embargo nadie se percató,
Entre las decenas de personas que "lo admiraban,"
Nadie estuvo a su lado cuando se murió.
Que aquél cuerpo de alma agusanada
Era solo, carne sucia y sobada,
Vasija de deseo, desilusión desesperada,
Vestida en roja carne, blanca piel deshabitada.
Y sin embargo nadie se percató,
Entre las decenas de personas que "la admiraban,"
Nadie la echó en falta cuando se marchó.
Pues era diosa de muchos creyentes,
Belleza de absorbentes goces,
Placidos, llenos de intemperantes matices
Libidinosa mujer de amores,
Fe de carne y podredumbres.
Mas... ¿es sorprendente?
¿Es extraño? ¿Tal vez chocante?
Simple realidad intranscendente,
Día a día de un cuerpo de corazón vacante.
Y quizás nadie se dio cuenta,
Entre las decenas de personas que "lo admiraban"
Quizás, por que en el fondo, siguió siendo lo que era.
Por: Jordi San Roman Monteagudo (09/05/07)
Conocí a un tipo.... Le llamaban fénix... pero no un fénix cualquiera... sino un fénix de agua... un fénix azul... hoy se cumplen un numero indefinido de días que no se de él, que no le veo. Ah... recuerdo cuando tu sangre, de negro fuego, de tu ira, la que te hacía renacer del más absoluto desconocimiento y silencio, de tu más completa y total inexistencia únicamente, y sin otro propósito, que destrozar cualquier obstáculo o adversario que se te opusiera, tu voluntad era ley, y después... silencio y sombra, estabas muerto. Sin importar a qué, sin importar cuanto tiempo hiciera que estaba zanjada la reyerta, te alzabas y revivías todo lo que necesitaras, destruías cuanto fuera preciso, pues confiabas en tus capacidades, en ti, sin arrogancia, en un silencio escogido, eras agua después de todo. Eras honda, reacción más que acción, pues eran las hondas generadas por la piedra ajena lo que te levantaba, y solo las hondas que generaban tus piedras lo visible. Y nadie te veía, nadie supo de tu existencia más que los que te llamaron Fénix
Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia.
Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los horribles consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos de resentimiento, que sólo reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro.
Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera. Allí fue donde por primera vez nos examinamos sin simpatía pero con oscura solidaridad; allí fue donde registramos, ya desde la primera ojeada, nuestras respectivas soledades. En la cola todos estaban de a dos, pero además eran auténticas parejas: esposos, novios, amantes, abuelitos, vaya uno a saber. Todos -de la mano o del brazo- tenían a alguien. Sólo ella y yo teníamos las manos sueltas y crispadas.
Nos miramos las respectivas fealdades con detenimiento, con insolencia, sin curiosidad. Recorrí la hendidura de su pómulo con la garantía de desparpajo que me otorgaba mi mejilla encogida. Ella no se sonrojó. Me gustó que fuera dura, que devolviera mi inspección con una ojeada minuciosa a la zona lisa, brillante, sin barba, de mi vieja quemadura.
Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aun en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal.
Durante una hora y cuarenta minutos admiramos las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína. Por lo menos yo he sido siempre capaz de admirar lo lindo. Mi animadversión la reservo para mi rostro y a veces para Dios. También para el rostro de otros feos, de otros espantajos. Quizá debería sentir piedad, pero no puedo. La verdad es que son algo así como espejos. A veces me pregunto qué suerte habría corrido el mito si Narciso hubiera tenido un pómulo hundido, o el ácido le hubiera quemado la mejilla, o le faltara media nariz, o tuviera una costura en la frente.
La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella, y luego le hablé. Cuando se detuvo y me miró, tuve la impresión de que vacilaba. La invité a que charláramos un rato en un café o una confitería. De pronto aceptó.
La confitería estaba llena, pero en ese momento se desocupó una mesa. A medida que pasábamos entre la gente, quedaban a nuestras espaldas las señas, los gestos de asombro. Mis antenas están particularmente adiestradas para captar esa curiosidad enfermiza, ese inconsciente sadismo de los que tienen un rostro corriente, milagrosamente simétrico. Pero esta vez ni siquiera era necesaria mi adiestrada intuición, ya que mis oídos alcanzaban para registrar murmullos, tosecitas, falsas carrasperas. Un rostro horrible y aislado tiene evidentemente su interés; pero dos fealdades juntas constituyen en sí mismas un espectáculos mayor, poco menos que coordinado; algo que se debe mirar en compañía, junto a uno (o una) de esos bien parecidos con quienes merece compartirse el mundo.
Nos sentamos, pedimos dos helados, y ella tuvo coraje (eso también me gustó) para sacar del bolso su espejito y arreglarse el pelo. Su lindo pelo.
"¿Qué está pensando?", pregunté.
Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma.
"Un lugar común", dijo. "Tal para cual".
Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba transpasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo.
"Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?"
"Sí", dijo, todavía mirándome.
"Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida."
"Sí."
Por primera vez no pudo sostener mi mirada.
"Yo también quisiera eso. Pero hay una posibilidad, ¿sabe?, de que usted y yo lleguemos a algo."
"¿Algo cómo qué?"
"Como querernos, caramba. O simplemente congeniar. Llámele como quiera, pero hay una posibilidad."
Ella frunció el ceño. No quería concebir esperanzas.
"Prométame no tomarme como un chiflado."
"Prometo."
"La posibilidad es meternos en la noche. En la noche íntegra. En lo oscuro total. ¿Me entiende?"
"No."
"¡Tiene que entenderme! Lo oscuro total. Donde usted no me vea, donde yo no la vea. Su cuerpo es lindo, ¿no lo sabía?"
Se sonrojó, y la hendidura de la mejilla se volvió súbitamente escarlata.
"Vivo solo, en un apartamento, y queda cerca."
Levantó la cabeza y ahora sí me miró preguntándome, averiguando sobre mí, tratando desesperadamente de llegar a un diagnóstico.
"Vamos", dijo.
No sólo apagué la luz sino que además corrí la doble cortina. A mi lado ella respiraba. Y no era una respiración afanosa. No quiso que la ayudara a desvestirse.
Yo no veía nada, nada. Pero igual pude darme cuenta de que ahora estaba inmóvil, a la espera. Estiré cautelosamente una mano, hasta hallar su pecho. Mi tacto me transmitió una versión estimulante, poderosa. Así vi su vientre, su sexo. Sus manos también me vieron.
En ese instante comprendí que debía arrancarme (y arrancarla) de aquella mentira que yo mismo había fabricado. O intentado fabricar. Fue como un relámpago. No éramos eso. No éramos eso.
Tuve que recurrir a todas mis reservas de coraje, pero lo hice. Mi mano ascendió lentamente hasta su rostro, encontró el surco de horror, y empezó una lenta, convincente y convencida caricia. En realidad mis dedos (al principio un poco temblorosos, luego progresivamente serenos) pasaron muchas veces sobre sus lágrimas.
Entonces, cuando yo menos lo esperaba, su mano también llegó a mi cara, y pasó y repasó el costurón y el pellejo liso, esa isla sin barba de mi marca siniestra.
Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble.
Mario Benedetti
Muchas gracias a Sakkarah (cuyo blog podeís encontrar en la sección de enlaces) por esta historia tan maravillosa, espero que hos guste tanto como a mí.... quienes me conocen ya saben de que hablo.
El Unicornio Existe, Amor
El unicornio existe amor
en la risa de los niños
el milagro de un beso
la caricia que quema
las alas tibias de un sueño
El unicornio existe amor
es la poesía de todos
el canto de las aves
el rumor de la tierra
el perfume de las flores
El unicornio existe amor
es el eco de tu nombre
la agonía de tu ausencia
el manto tibio de tus manos
la rosa sagrada de tu sexo
El unicornio existe amor
es la luz de tu mirada
las estrellas de tu noche
el suave mar de tus cabellos
el territorio prohibido de tu cuerpo
El unicornio existe amor
y resurge brioso salvaje
victorioso cuando mi boca
pronuncia tu nombre
.................bueno espero que te/os guste...es un poema que encontre un dia de estos y me gusto..........y como tambien me gustan los unicornios...(se nota,,,xD) ....posahi esta...
saludos
bunny*
Hoy recorrí,
Los senderos de la ignorancia,
Y ni me di cuenta,
Hoy descubrí...
El verdadero sentido de la impotencia.
Al mirarlo,
Ese mundo de sinuosos trazos
Caprichosos designios de musa enamorada
Y contemplar,
Inertes mentes de ideas y materia yerma.
Ah... del examen que aprobareis.
Si esos artistas levantaran sus ya extintas cabezas,
¡Qué a gusto quemarían su obra!
O la dejarían a recaudo de quienes la entiendan,
Examen, examen... examen e ignorancia ignota.
Pues pasaron de largo ante los más bellos paisajes,
Las más sutiles composiciones,
Y solo veían su examen
Colgado de las paredes,
Y en los pedestales...
Notas y calificaciones.
Y son la sangre y la mente
De un incierto futuro,
Son toda la gente
De este agonizante mundo.
Y una dominadora mujer se alzaba de entre todos ellos
Cual victoria guiando al pueblo,
Sí, aquella aprendiste de memoria
Aunque no la entendías,
Más... ¿A quien importa?
Dulce oda de la aplaudida ignorancia idiota.
Y serás mejor que yo...
Con más dinero,
Y serás mejor que yo...
Mejor empleo,
Y serás mejor que yo,
Pero te compadezco.
Y serás, con mucho, más valorada de lo que yo seré jamás
Y en tu despacho,
Llenas de títulos tus paredes,
Te presentaré una escultura
Citarás estilo autor y fecha
Y todos aplaudirán... cuan sabia eres,
Yo hablaré de sentido, sentimiento y fuerza,
Y me iré en silencio... antes de que se hayan despertado.
Y al mirar al fondo de tus ojos,
No veré nada,
Pila incendiaria de harapos y despojos.
Y sin embargo
Serás mejor que yo,
Pues no es más fuerte el sabio
Que el ignorante cualificado.
Aquella tarde las insignias formaron
Y en silencio cantaron
Un himno de ausencia
De sonido y de amor
Mas con un doctorado.
Por: Jordi San Roman Monteagudo (15/01/08)
Era...
Flor de invernadero,
Viento y soledad de pensamiento incierto,
Era...
Cuanto puedes ver un una mirada,
Vidrio, hielo, y ardor de rejuvenecedora llama.
Era... y es...
Tempestuoso capricho,
Música estancada entre lienzos inauditos,
Pues era... y es...
Nimiedad de estabilidad quebradiza
Envuelta entre ostentosas sedas de embrionaria pretensión,
Recuerdo intransigente, arrogante mirada de quien no vió...
Yaciente sueño de sensual fantasía...perdida.
Y casi ni te ví,
Ni supe de ti más que lo contado,
Pues no te conocí,
Ya que vi en tu mirada yermo campo
Tiempo hace abandonado.
Por: Jordi San Roman Monteagudo (15/01/08)
En fin.... otro poema por encargo por el que no me han pagado.... xd xd xd.... hacía tiempo que no escribía ningún acróstico... aunque supongo que no estará tan mal (segunda estrofa.... pone Nery... el nombre de la chica que me lo pidió)
PD: sak.... en cuanto tenga timepo te comentaré tus actualizaciones.... que ayer te luciste xdxdxd
No me siento bien,
Tu voz, ahora ya seca y distante,
Me trae recuerdos,
De cómo te quise... y me dejaste,
Recuerdos sin embargo bellos,
Recuerdos que hacen hervir los pensamientos en mi sien.
Indiferencia y sueño,
Y sabias palabras de hielo,
Diciéndome que no te conozca,
Que no hay segunda oportunidad
Para tu carne seca, estéril, hosca,
Y tu mirada de tibia e indiferente vanidad.
Y sin embargo te escuché...no se por qué,
Te escuche y no me siento bien.
Escuché el deje de odio en tu voz,
Y como me mentías,
Escuche y entendí... ya no me querías,
Y sólo sentí una lágrima a favor de mi razón.
Y se que tengo que halarte,
Se que hay algo más,
Y se que no es bueno
Mas se que es inevitable.
Y sin embargo te escuché...no se por qué,
Te escuche y no me siento bien.
Pero por una vez...
Pienso cambiar mi destino,
No pienso hablarte,
No voy a soñar contigo
Ni a culparte de nada,
Pues soy dueño de mi camino.
Y sin embargo te escuché...no se por qué,
Te escuche y no me siento bien.
Por: Jordi San Roman Monteagudo (13/01/08)
Y pese a que el dragón estaba muerto
El caballero no envainó su espada,
Siguió, contra sombras combatiendo,
Siguió pues ni sabía que luchaba.
Y con su cabalgadura ya cansada,
Vagaba por tierras cercanas,
Con su cabalgadura muerta
De hambre y edad junto a su vereda.
Y la enterró.
Una tumba de crines castañas,
Sin piedras,
Ensoñado panteón
Sin hiedras
Ni epítetos,
Una tumba de herraduras desgastadas.
Y el caballero... ahora mero transeúnte,
Continuó lidiando sus reyertas,
Y todos le conocían,
Un hombre que sin enemigos ni guerras
Luchaba contra bestias y ladrones.
No le admiraban...
No le burlaban...
Y su armadura se oxidó
Corroída por su propio sudor
Por la sangre de los enemigos
Y los años de combate, lluvia y sol.
Y la enterró.
Allá donde pudo quitársela,
Junto a un almendro,
Y se fue con su reyerta
Allá a donde le llevó su derrotero.
Y aún sin espada,
El caballero... anciana sombra de decrepitud,
Continuó combatiendo... incansable su cruzada,
Inquebrantable su espíritu.
Hasta que un día... demasiado viejo,
Fue vencido y muerto
Por una manada de bípedos lobos negros
Y encontrado, aún en pie, junto a la sombra de un sendero
Y lo enterraron.
Por: Jordi San Roman Monteagudo (13/01/08)
Estando una mañana
Sentado en los falsos jardines de Atenea,
Desiertos de yermo viento y arena,
Barcos de voluntad varada.
No hay plantas,
Ni vida,
Ni luchas,
En esta tierra baldía.
Y los hombres son buenos,
Los hombres se ayudan,
Pues no hay oro en las dunas
Y solo gigantes cuerpos de tanques muertos.
Y los niños saltaban,
Los niños reían,
Pues era blanda
La tierra sobre al que caían
Sin más que comer
Que cuanto requerían,
Sin nada que vestir
Que lo que les abriga,
Pues no hay codicia
Sin envidia y oropel.
Por: Jordi San Roman Monteagudo (13/11/07)
Oro, no,
Una vorágine de rayos de sol,
Estrellas encerradas en un mar de espejos.,
Reflejos destellantes de miedo
Cuando te veo…
Sin ti… no tiene sentido,
No tiene sentido el amanecer
La noche o el silencio,
Si no los podemos tener.
Por eso hoy…
Como otras veces,
Estoy contigo, yo,
Entre sueños y diamantes.
Por eso estuve,
Hace ya 6 meses,
Pidiéndote…
No tu mano,
Si no tu tiempo,
Cada una de las mañanas,
De los instantes amargos,
Para que estemos juntos,
Y todos los buenos momentos,
Para que estemos unidos.
Por ello…
Cuando te despiertes con el cabello alborotado
Y el maquillaje se esparza por tu blanca tez de fuego,
Te mirare maravillado,
Preso de tu encanto y solo podré decir…
Te quiero.
Por: Jordi San Roman Monteagudo (22/09/07)
Entre los gritos de las gentes
Que poblaban el lugar,
Entre la sangre de combates
Que quedaban por librar.
Había un pueblo que vivía
Asustado y encogido,
Por mil hordas invadido,
Sangre y muerte contenida.
Estaba aquel lugar
Perdido en la estepa
De un país por encontrar,
En una lejana era.
Casas negras y mohosas
Dibujaban calles borrosas,
Por donde pasan las personas
Asustadas y andrajosas
Pequeñas, dudosas,
Cielo gris, brisas heladas.
Por abreviar diré,
Que un día nació un personaje,
Un héroe y un hereje,
Hijo sin padre,
Padre sin hijo,
Compañero sin amigo,
Corredor del camino.
Este chico era guerrero,
Y partió de niño a librar batallas,
Nadie se entero,
Nadie lo conocía,
Su madre pensó perderlo en tierras lejanas,
De las que por sus cartas sabía,
Sol de un calor lejano
Y palabras en un idioma extraño.
Pasaron casi diez años
De soledad de una madre sin abrazos,
De llantos de un hijo sin besos.
Un día regreso,
Nadie se enteró
Simplemente lo ignoraron,
Quizás ni lo notaron,
Pero el héroe estaba allí.
Y en su harapienta cama,
Su madre lo recibió enferma,
Apenas para que la viera morir,
Apenas, para poderse despedir.
Y solo le dijo,
Moribunda y sonriente:
-Sabía que volverías,
Siempre esperé volver a verte,
Que grande se ha hecho tu cuerpo,
Y... que bello,
Que triste está tu corazón,
Y que... pequeño,
¿Ya crees hijo?-
Y murió sin oír la voz de su hijo,
Sin ver sus lágrimas,
Sentir sus caricias,
Sus abrazos,
Su orgullo y sus relatos,
Como su corazón predijo.
El hijo la llevó a cuestas
Por el pueblo, hasta el cementerio,
Y cavó una tumba sin entierro,
Como lápida apenas un par de piedras,
Nadie se enteró.
El hijo heredó la casa
Y quedó allí sin lo que buscaba,
Pues solo quería a su madre,
No tenía tierra,
No tenía hambre,
Volvió por lo que era,
Un hijo, lloroso y asustado,
Que buscaba un abrazo.
Años después pasaron unos bárbaros,
Y tomaron el pueblo,
Simples enviados
De algún gobierno.
Entraron cinco en su casa
Mal hablando su idioma,
Dijeron algo de una paloma,
O un águila, un ave extraña.
Dijeron,
Que aquel lugar era parte de su imperio
Nueva parte de su nación.
-Este es el país de una mujer,
Entre estas cuatro paredes
En las que se encuentran ustedes,
Son invasores que han de obedecer-
-¿Y que ejercito nos someterá?
Quizás las ratas,
O la humedad y sus grietas,
Este ridículo país ¿Quién lo defenderá?-
El invasor fue a reír,
Pero se encontró sin cuello,
No alcanzó a percibir
Como le cortaron el pescuezo,
-A un país, aún a los olvidados,
Lo defienden sus soldados-
El joven tomó sus dos espadas
Y fue a luchar con ellas.
Lucho durante dos horas
Matando a trescientos hombres,
Como hacía en las legiones,
Pero hundido en lágrimas.
Mas nadie se enteró
De quien era el forastero
Que luchaba con esmero
Contra un ejército entero.
El héroe murió
Tras seis horas de reyerta
Y novecientos muertos,
No por espada ni ballesta,
Ya que el frío lo mató
Dejándole entre sus enemigos.
Sus enemigos nunca lo supieron,
Los ciudadanos jamás se enteraron,
Pero aquel país de dos
Había vencido a sus soldados.
El pueblo fue sometido,
Conquistado y olvidado
Entre las ventiscas
De las mentiras.
Por que el héroe jamás
Vence con sus armas.
Y él... no se si se reunió con su madre,
Cuando muera lo sabré,
Pero murió feliz y sonriente,
Como solía hacer su gente,
Los habitantes de aquél país de dos,
Aquél país, de amores olvidados.
Por que no importa como vivas,
No importa si mueres,
Lo que hagas, cuanto te equivoques,
Si sueñas, si lloras
Y te olvidan,
Pues no importan,
Las pasiones de los que quieren,
Los que aman,
Los que simplemente viven,
Y son felices,
Por que solo de una forma vences
Aunque mueras bajo la nieve.
Believe!
Por: Jordi San Roman Monteagudo (07/10/06)
Hoy me aquerdo de tí... Spike...Fénix
Me senté, en un lugar,
Donde caía una extraña luz,
Una luz triste, cansada
Luz para descansar,
Una luz entristecida,
Y asesinada.
Provenía de una ventana
A media pared colgada
Una pared, sucia, y ajada
De grietas y suciedad plagada.
Me senté a reposar, en aquel rincón
De paz de muerte, de silencio ruidoso,
Un lugar austero, simple y cariñoso,
De descanso, cansancio y ambición.
Ambición por el misterio,
De la luz extraña,
La curiosidad que nació
Junto con la raza humana,
Una curiosidad que supera la coherencia,
Por la que se arriesga la vida,
Por el misterio y su sabiduría,
Por alguna esperanza baldía, perdida.
Evocaba la luz una extraña pena
Una... tristeza... melancólica,
De esperanza... inocencia perdida,
¿Magia? ¿Refracción? aquello ¿Qué era?
Me acerque a la ventana,
Hasta casi tocarla,
Y eche a reír, mientras, lloraba:
¡Luz cansada!
Pues, la magia, las esperanzas,
La ilusión pasajera, si lo piensas,
No son más
Que polvo en las ventanas
Por: Jordi San Roman Monteagudo (07/10/06)
Vi este test en el blog de sakkarah y me gustó espero que si alguna vez ve esto no le importe que se lo cogiera, sea como fuera ahora hos toca a vosotros hacer un copy paste y rellenarlo, un abrazo muy grande (la foto está también sacada de su blog a modo de tributo... es mi forma de decir que el mérito es suyo)
Edad:
17…. Nací en 1990
Día de la semana:
El viernes, porque da paso a dos días de fiesta.
Mes:
Cualquiera de primavera o verano, incluso otoño si no hace frío
Algo que no soportes de una persona.
Estupidez, banidad, hipocresía.
Si quieres ligarte a alguien, ¿Cómo lo haces?
Sí supiera ligar no estaría escribiendo un blog… estaría ligando.
¿Te gusta conducir?
Pues no se que decirte… en need for speed no me gustó mucho.
Algo que eches de menos
Inocente ilusión
Tres cosas que te gustan de ti
Que soy sincero
Que mi corazón es capaz de amar
Que soy comprensivo.
Tres cosas que no te gustan de ti.
Mi falta de fe en mí mismo
Mi pereza
Que aún no he aprendido a mentir.
Tres cosas que te den miedo:
La estupidez de las masas
Las aglomeraciones enormes de gente
Volverme arrogante
Tres cosas que llevas puestas ahora:
Calcetines,
Un pantalón
una camiseta interior
Tres cosas sin las que podrías vivir cada día:
Armas (propias y ajenas)
Alhajas
Mentiras y diplomacia
Tres de tus cantantes o grupos preferidos ahora:
Yellowcard
Bad religion
Green day
Tras canciones favoritas en este momento:
Relieve (yellowcard)
Punk rock song (Bad religión)
Awaw from the snakes (Tim Fite)
Tres cosas que quieras en una relación
Comunicación
Arrumacos y mimitos
Pasión
Dos verdades y una mentira
Me encantó “Cowboy Bebop”
Soy humilde hasta la medula
Se inglés
Tres cosas que te atraigan del sexo opuesto:
Inteligencia
Fuerza (emocional)
Que sea apasionada
Tres cosas que no puedes hacer:
Manipular por mi propio interés
Matar (o eso me gusta creer)
Relacionarme con estúpidos
Tres de tus hobbies favritos
Relacionarme con algunas personas
Escribir (aunque últimamente nadie lo diría)
Leer
Tres cosas que estás deseando hacer ahora
Escribir poesía
Viajar a Japón
Estar con mi mejor amigo
Tres sitios donde te gustará ir de vacaciones
Japón
París
Tailandia
Tres cosas que te gustaría hacer antes de morir:
Aprender a amar
Amar
Enseñar a amar
Tres cosas que te hacen llorar:
Ver sufrir de los demás
Que sean injustos conmigo
Fracasar
Tres cosas que te hacen sonreír
Que me miren con amor
Las palabras y las acciones tiernas
El cielo
Tres cosas que te hacen reír a carcajadas
Lucas (mi mejor amigo)
Algunas caídas… sobre todo las mías (y sobre todo hacen reír a Lucas)
las anécdotas ridículas y cómicas (propias y ajenas)
Tres cosas que te parezcan maravillosas
El nacimiento (de una sardina a un cóndor de Canadá
Una mirada verdaderamente profunda
Estar entre los brazos de quien amo
Tres cosas que te hacen la boca agua:
La crema catalana (bien hecha ¬¬)
La crema de los pasteles
Un flan casero
Tres cosas que te gustaría que te pasasen este fin de semana
Que me quisiera quien quiero
Poder escribir
Acabar el maldito treball de recerca…
y ya está.... aún no me se manejar con lo del formato del texto con el editor de esta página... esto estaba muy bonito, a dos colores y tal... en fin... como se suele decir: ruego disculpen las molestias
¿Por qué en la publicidad de relojes casi siempre marcan las DIEZ Y DIEZ?
Existe una tradicional regla publicitaria no escrita, según la cual todos los relojes deben señalar las 10:10 cuando son fotografiados para figurar en un anuncio.
Pero no es tal hora fruto del capricho, sino de un minucioso análisis estético de la imagen y de su impacto psicológico. Para empezar, no resultan estéticas las horas en las que se superponen las agujas, pues da la impresión de que el reloj tan solo tiene una. Por ello se eliminan las 12:00, las 13:05, las 14:10, las 15:15 y las demás en que se cumpla esa regla. Por el mismo motivo se rechazan aquellas en las que las agujas estén muy próximas, pues ofrece una sensación de amontonamiento sin sentido al quedar libre el resto de la esfera. Parece que unos diez minutos (60 grados de arco) podría considerarse una distancia de separación mínima.
Tampoco son admisibles las horas en las que las agujas se oponen, pues dan la impresión de ser una sola manecilla que atraviesa la esfera por su centro, cual flecha de cupido atravesando un corazón. Por ello se eliminan las 12:30, las 18:00, las 08:05, las 17:55 y las demás en que se cumpla esa regla. Por la misma razón se rechazan, como en el caso anterior, las horas que estén muy próximas a ese ángulo recto de 180 grados de arco. Y también en este caso los diez minutos parecen corresponderse a una distancia de separación mínima.
Tenemos límites "superiores" e "inferiores" que no nos permiten acercar las manecillas a menos de unos diez minutos ni separarlas más de veinte, para mantener cierta "distancia de seguridad" respecto del ángulo nulo y del ángulo plano. Notar que si las separamos más de treinta minutos (más de 180 grados de arco) nos encontramos en la otra mitad en la misma situación.
Tal como está la situación con la esfera dividida en dos sectores (a un lado y al otro de las agujas), la solución más equilibrada visualmente es que uno de los sectores sea el doble de grande que el otro. Al dividir los 360 grados de arco en tres partes, obtenemos 120 grados de arco, lo que se corresponde con veinte minutos. ¡Ya tenemos el ángulo que deben formar las agujas!
En principio, cualquier hora que mantuviese las manecillas con un ángulo de 120 grados de arco serviría, pero es mejor no utilizar aquellas en la aguja larga señala al 12, al 3, al 6 o al 9, pues aunque muchos diseños sustituyen los números por señales, es muy habitual que estos números se mantengan. Y, en tal caso, la aguja podría superponerse con el número o estar demasiado cerca, dando sensación de continuidad y amontonamiento. La eliminación de horas como las 11:15, las 15:45 y otras como estas, dará a la imagen una mayor claridad.
Llegados a este punto son pocas la horas que nos pueden servir: las 00:20, las 01:25, las 01:50, las 02:55, las 03:35, las 04:40, las 05:05, las 06:10, las 06:50, las 07:55, las 08:20, las 09:05, las 09:25, las 10:10 y las 11:40.
A continuación eliminamos aquellas que su lectura comporte un valor negativo, como en el caso de las 02:55 o "las tres menos cinco" o las 04:40 o "las cinco menos veinte", porque es preferible, a nivel psicológico, un lenguaje más positivo como "las cinco y cinco" o "las seis y diez", por ejemplo. Así nos quedan ocho posibilidades, de las que eliminamos las 01:25 y las 09:25, porque esos veinticinco minutos suponen que la aguja corta esté a medio camino entre la hora marcada y la siguiente, formando un ángulo menor que el buscado.
De las seis restantes mantenemos aquellas que permitan ver claramente la marca del reloj, que se suele colocar en la parte superior, por encima del centro del círculo. Estas horas son: las 06:10, las 08:20 y las 10:10.
La primera de ellas no nos sirve en el caso de que se ponga alguna indicación -como el modelo o tipo de reloj- en la esfera, ya que el lugar idóneo es en la parte inferior por debajo del centro del círculo. Así que quedan dos.
Si la esfera fuera un rostro, las agujas dibujarían una mueca de tristeza a las 08:20 y una sonrisa a las 10:10. No resulta difícil escoger.
Las 10:10, hora conocida como happy hour por aquello de la sonrisa, es la elegida por cuestiones fotogénicas. Y la costumbre se ha seguido para los modelos analógico, sin importar el modelo, la procedencia o el precio. Aunque algunas marcas intentan dar un toque de originalidad o rebeldía cambiando la hora, pero solo se atreven a cambiarla un poquito como en el caso del Omega que señala las 10:08, o el Pulsar que señala las 10:09. Y aunque la hora no tenga esta justificación en los relojes digitales, se sigue la costumbre en algunos de sus anuncios.